Recortar
las antípodas entre tus labios,
el
aquí y el allí que se ofrecen a mi boca
la línea donde quedan atrapadas tus palabras
y
la otra boca que pronuncia el verbo...
Quiero
tocarte toda,
lo que puede
significar esa palabra
que se
reconstruye entre mis dedos.
Porque tocarte
es definir la geografía
con esa
sensación de aventurero
al encontrar
la tierra prometida.
Tener el
valor de escalar sus promontorios
como un
águila que al fin encuentra su morada
o descubrir el
cielo en las grutas de tu cuerpo.
Profanar los
océanos sagrados de tu mística,
y sentir lo
que es morir en tus entrañas,
al renovarme
bautizado entre tus aguas
donde el amor no es un lejano paraíso
sino la carne
que florece en el misterio
revelado en los
callados símbolos del sexo.
Tu eres
todas las palabras para mi,
tu cuerpo, altar
donde me sacrifico,
templo donde
ofician mis caricias
y me
entierro entre tus labios,
en ese lugar
que se transforma
en mi punto
imaginario,
la compuerta
de otros mundos
y en esos
mundos diferentes,
tu yo
sostenido por mis manos.
Preciso poema <modesto, sumamente romántico. Abrazo amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias Beatriz!. Un abrazo
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