domingo, 24 de febrero de 2013

La silla y la palabra

                                                 La silla.-  Vicente Van Gogh

                                                                            

Esperando la palabra

                                                                                         El dolor es un pájaro que vuela ignorando el infinito.
                                                  En el cielo, la flor es parida en el vacío.


Me he cansado de esperar sentado
a que llegue la palabra
mientras la vida pasa
como una película vieja
donde se asoma una mujer
y otra
y otra,
extraviadas por  mis venas
en  recuerdos parecidos.

Ahora las veo, les digo que la vida continúa
me dicen lo mismo pero sé que mienten.

Algo se perdió que me dejó sentado
mientras mi vida se detuvo
en el momento que le dije adiós
y el amor se rompió en aquel cuarto de inviernos
en que otras palabras lloraban sus paredes.
.

Antes me tomó por sorpresa
el amor a contra tiempo,
Un torbellino de canciones y de besos
donde las ganas de vivir
la hicieron emigrar al norte,
me quedé solo,
con un raudal de versos rotos,
tres canciones
y otras palabras 
congeladas en el techo.

En un intento más de rebeldía
la noche fugaz y marchitada
me llovió por  mi cerebro,
en lugares de revista  y espejuelos,
canciones de  luna  suplicante
con su mirada de ángel ultrajado.
Pensó que descubría el mundo en mis miserias.
Ella se llevó mis días
y en esa  paradoja de nocturnos,
Me regaló la luz
demasiado lejana por mi cuerpo.



En este lugar, sentado,
esperándola
mientras la vida pasa,
se ha quedado en vigilia el tiempo
al acecho de un milagro,
de sentir que puede ser acariciada
la  palabra, 
tiene miedo de regresarme el verbo
de despertar con su piel
un  promontorio de momentos
y relojes descompuestos,
donde un murmullo de flores
nos sepulta.

Ella lo sabe,
en su panteón de lenguas en desuso
quiere resucitar los puntos suspensivos
pero el espectro del pasado es futuro incierto,

me siente peligroso,
un brujo que asecha al principiante,
aunque ella es  una especie de nahual
que se trastoca en sombra enamorada
araña y luz atrapada entre sus redes,
coyote y loba blanca,
colibrí  que besa mis entrañas
susurro de gaviota entre sus piernas
espejo que palpita entre sus senos
presagio de flores por su vientre.
tiene el poder de cautivarme,
de regalarme esa  palabra
que tanto espero
y es que sus penas no son libres
como han sido  las mías,

tiene miedo de perder su fuerza,
de sentirse mariposa entre mis manos
si me entrega  desnuda sus silencios.

Sigo sentado  y pasa la vida
en la espera del milagro,

que llueva con  sus labios mi esqueleto
y derrame su sangre  por mis huesos,
que me enseñe de nuevo la palabra
y otros verbos ya borrados
es este cuaderno  de esperanzas alejadas
y camposanto solitario,
sin festejos ,
solo fantasmas y una silla
mis pensamientos escondidos
en el rincón del tiempo,

ausencia de pájaros
sin las ramas del consuelo,

una ventana que se puede abrir
con la llave de su cuerpo
y una mañana
para decir, te quiero
para decir, me atrevo,
viajemos sin dolor,
dejemos a los muertos
y usurpemos la luz,
 la madrugada
que  nuestros cuerpos no sean arena
ni escollera entre dos aguas
que sean espuma, alas
tierra de pelícanos y garzas
recodo de agua que fecunde
nuestros sueños.

Y en eso estoy, sentado,
no sé si esperando la palabra
que me convierta en pájaro,
tejedor de silencios insolutos
sanador de sus infiernos inventados
rezador de los templos por sus poros
o que sus dedos acaricien mis recuerdos
y  entierre mi dolor con  su mirada.


jueves, 21 de febrero de 2013

De alguna forma muero




 





















¿Cómo uno puede sentirse tan importante 
sabiendo que la muerte nos está acechando?
Don Juan Matus


Cuando de alguna forma muero

un dolor insondable me acongoja,

sobreviene un sentimiento de vacío

al  borde de un inmenso precipicio.



En diferentes muertes el dolor acecha,

si por soledad, es la más fuerte

y entonces el dolor es infinito

y no te duele el pecho

pero se constriñe el alma.



Si es por una ausencia o pérdida,

el dolor se muere,

algo en ti comienza a marchitarse,

un boquete de silencio se destapa

y es una muerte acompañada.



Cuando yo me la provoco,

una cascada de ansiedad me inunda

aunque el inmenso mar de la desdicha

purifica mi conciencia para nacer de nuevo.



En todas estas muertes hay momentos

de dolor y dicha,

un abandono frecuente de la vida,

un intento recurrente para escapar del túnel

cuando en mi muerte anticipada

me tropiezo en tu recuerdo.



Porque no tenerte,

no verte,

saberte lejos

y todo lo que encierra,

es morirme siempre

y rescatarme del silencio

en tu presencia.



No hay mejor muerte

que la muerte toda

para volver de mis muertes renacido

no importa que un ser no terrenal,

sin cuerpo,

me habite,

estoy presente,

entonces me sumerjo

hacia la parte profunda de la nada

aunque la nada es todo menos eso.



Y es mi corazón quien me conduce

 a otros caminos diferentes de la muerte

para llegar a ti,

pleno de vida con todas estas muertes.

sábado, 16 de febrero de 2013

El amarre del silencio






Entre versos escritos, dibujados
con los hilos  enlazados de silencio
en la parte etérea de los pensamientos
navegando en el vacío planetario,
en ese punto irreal, imaginario,
cuando todos los sucesos se diluyen
y con tu parte espiritual fui rescatado,
surgió un poema de amor en otros mundos
de otras galaxias por donde nos encontramos.

Cada palabra que nació de nuestras manos
fue un acontecer de soledades dibujadas
en la pauta de un susurro nos reconocimos
y en un jarrón sin forma, viajó en nosotros;
en murmullos de unos versos decantados
pájaros que fluyen emergidos de tus poros
elaboraron con su canto los surcos invisibles
que delimitan la frontera con la nada.

En esos nudos construidos con silencio
fuimos espejos en destellos derrotados
almas solitarias, espíritus sin cuerpo,
frente a frente reconociéndonos sin tiempo.

Algunas veces nosotros fuimos nuestros,
en otras ocasiones moradas insepultas
ataúdes sin mortaja, o huella de ambos
con una ansiedad de vida estando vivos,
nostalgia lunar entre los cráteres perdidos
y en otras ocasiones los mismos destellos
de un espejo inteligente, borraban esos nudos,
atrapaban el silencio, en rostros diferentes
cabalgábamos en dúo, en ocasiones sin lamento,
lágrimas de ayer que no pudimos resolver
tuvimos que morir en muchos cuerpos
volver a ver la luz con otras vidas,
nacer de nuevo en tiempos desfasados,
cobijarnos en continentes contrapuestos,
pieles ajenas, mapas dibujados con nostalgia,
y sin embargo siempre latente el susurro nuestro
o ese buscarse en las sombras usurpadas
(con esa sensación de crisantemos en el pecho).

Hoy es un tiempo nuevo, con líneas paralelas
al fin distantes pero felices de sabernos juntos
de habernos encontrado por medio de un verso.

Poder reconocernos no fue fácil, pasó el verano
y en el otoño fuimos pasajeros en instantes,
con muchas divergencias coincidimos, separados,
la frontera es electrónica y permea los sentimientos,
el átomo gira y el electrón viaja en ambas partes
hay un túnel por el que nos fugamos y encontramos,
hemos sido fugitivos de nuestras propias almas
errantes entre astros que ocultan las señales,
pájaros que en el silencio fueron acunados
y como el verso escrito antes del cuerpo
han sido sus alas quienes nos acercaron
y sus cantos se reconocieron con tus versos
las metáforas bullían en el océano
como peces y con las gaviotas resucitaron.

Finalmente el sol, el frío, un país lejano aquí,
tan cerca de otro país lejano allá, se confundieron
en dos partes, en un mar de vidas se encontraron.

Seguiré también en el espectro que la luz nos deja,
en la niebla de vapores que señalan tu presencia,
contigo, perdidos en alguno de tus versos
para que otro verso  nuestro... nos encuentre.



2009 (de los nudos de silencio)

viernes, 15 de febrero de 2013

Regalarte una palabra


Con flores escribes, Dador de la Vida,
con cantos das color,
con cantos sombreas
a los que han de vivir en la tierra...
 Nezahualcóyotl 



Hoy quiero regalarte una palabra
con forma de azucena 
y relicario,
 para que pueda rezar
cuando camines
y tu cuerpo se perfume.
Que sea tan ajena a lo mío…
por aquello de las soledades
o las tristezas encapsuladas
en pedazos de rutina.

Que muela el tiempo,
triture  su esqueleto
que sea mitra  y sepulcro
o  sangre que no sea de sus venas.
En su vientre un verbo inseminado
donde florezcan mas palabras
y su territorio marque treguas.
y le crezcan  flores,
que sea  bosque,
arroyuelo que fluya
por tu cuerpo
y se ramifique
como un árbol..

Quiero que mi palabra llueva
donde tus soledades
puedan refrescarse
con una sensación de  mariposas
y la tengas disponible
cuando tu jardín la necesite.

La quiero de colores como un beso,
que pueda morderse como la luna
cuando la tienes escondida,
la quiero con sabor de boca
cuando tus labios la pronuncien,
que te aprenda de memoria
y  tenga nombre de paloma
de virgen,
de amazona,
que sea diosa
y sanadora,
devota tuya.

Que navegue por tus verbos

como yo por tus silencios.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Habitante de tus letras






                                                                       Ralf Kellolat



Eran mis manos otras,
otra mi boca
y otros  mis labios
que recorrían tus besos
y otros los tiempos
de huesos
y entrañas,
que ataba el recuerdo


Era un momento otro
en que la muerte,
la herida,
el silencio
entre tu cuerpo y el mío…
Bordaban la ausencia
de piedra
y sepulcro
en estos momentos
que no son los otros.