sábado, 16 de febrero de 2013

El amarre del silencio






Entre versos escritos, dibujados
con los hilos  enlazados de silencio
en la parte etérea de los pensamientos
navegando en el vacío planetario,
en ese punto irreal, imaginario,
cuando todos los sucesos se diluyen
y con tu parte espiritual fui rescatado,
surgió un poema de amor en otros mundos
de otras galaxias por donde nos encontramos.

Cada palabra que nació de nuestras manos
fue un acontecer de soledades dibujadas
en la pauta de un susurro nos reconocimos
y en un jarrón sin forma, viajó en nosotros;
en murmullos de unos versos decantados
pájaros que fluyen emergidos de tus poros
elaboraron con su canto los surcos invisibles
que delimitan la frontera con la nada.

En esos nudos construidos con silencio
fuimos espejos en destellos derrotados
almas solitarias, espíritus sin cuerpo,
frente a frente reconociéndonos sin tiempo.

Algunas veces nosotros fuimos nuestros,
en otras ocasiones moradas insepultas
ataúdes sin mortaja, o huella de ambos
con una ansiedad de vida estando vivos,
nostalgia lunar entre los cráteres perdidos
y en otras ocasiones los mismos destellos
de un espejo inteligente, borraban esos nudos,
atrapaban el silencio, en rostros diferentes
cabalgábamos en dúo, en ocasiones sin lamento,
lágrimas de ayer que no pudimos resolver
tuvimos que morir en muchos cuerpos
volver a ver la luz con otras vidas,
nacer de nuevo en tiempos desfasados,
cobijarnos en continentes contrapuestos,
pieles ajenas, mapas dibujados con nostalgia,
y sin embargo siempre latente el susurro nuestro
o ese buscarse en las sombras usurpadas
(con esa sensación de crisantemos en el pecho).

Hoy es un tiempo nuevo, con líneas paralelas
al fin distantes pero felices de sabernos juntos
de habernos encontrado por medio de un verso.

Poder reconocernos no fue fácil, pasó el verano
y en el otoño fuimos pasajeros en instantes,
con muchas divergencias coincidimos, separados,
la frontera es electrónica y permea los sentimientos,
el átomo gira y el electrón viaja en ambas partes
hay un túnel por el que nos fugamos y encontramos,
hemos sido fugitivos de nuestras propias almas
errantes entre astros que ocultan las señales,
pájaros que en el silencio fueron acunados
y como el verso escrito antes del cuerpo
han sido sus alas quienes nos acercaron
y sus cantos se reconocieron con tus versos
las metáforas bullían en el océano
como peces y con las gaviotas resucitaron.

Finalmente el sol, el frío, un país lejano aquí,
tan cerca de otro país lejano allá, se confundieron
en dos partes, en un mar de vidas se encontraron.

Seguiré también en el espectro que la luz nos deja,
en la niebla de vapores que señalan tu presencia,
contigo, perdidos en alguno de tus versos
para que otro verso  nuestro... nos encuentre.



2009 (de los nudos de silencio)

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