Eran mis manos otras,
otra mi boca
y otros mis labios
que recorrían tus besos
y otros los tiempos
de huesos
y entrañas,
que ataba el recuerdo
Era un momento otro
en que la muerte,
la herida,
el silencio
entre tu cuerpo y el mío…
Bordaban la ausencia
de piedra
y sepulcro
en estos momentos
que no son los otros.
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