miércoles, 6 de marzo de 2013

Agua



                               Dedicado Al abordaje de la letras 


Entre la bruma que me dejaban los recuerdos
como si fueran el barco que se aleja del puerto
en medio de la zozobra de los días por venir,
la sorpresa agazapada en la espera del acontecer,
me preguntaba nuevamente por la Historia
como el eco necesario para predecir el futuro
en surcos de sangre derramada en el Oráculo.

La barca había partido en un mar incierto y apacible
emergida de las paredes del llanto y la  fortuna,
experiencias de otras embarcaciones sin futuro
que el pasado reclamó en las manos de aquellos
marineros cargados de esperanza y algunos miedos,
cuando en la fantasía de otros, los monstruos nacían;
eran fantasmas a vencer para llegar a tierra firme.

Regresan las esperanzas perdidas ahora duraznos
en flores blancas y colores sepia de retrato antiguo,
que se confunde con las rejillas de números abstractos
perdidos en la curvatura de luz hecha metáfora
en gravedades que devoran nuestras esperanzas,
hoyos mágicos en la profundidad del verso amoroso
y místico, silencios que se confabulan con la partida.

En los cuatro puntos cardinales el símbolo colorido,
los ritmos acompasados de tristezas en cuatro etapas,
siempre la muerte sin desprenderse de su hermana
como dos mujeres en Delfos en un grito dividido,
antes la lira, madre inicial con el madero hueco de la selva,
y los sonidos de arena encerrados en la jícara de los lamentos,
la voz como inicio del cuaderno pautado en el oído de otro.

El suave murmullo de las aguas en su recorrido decantado,
el peñasco en  lágrimas diluidas por un  Cronos  rebelde
el camino escondido a la gruta donde Acuario se abastece
y Erato susurra las cuerdas de su lira con los dedos,
mientras del agua emerge Clío con su tropel de tiempos
en un concierto de silencios que inventan la palabra,
presencias que nos acercan más al viaje sin retorno.

Construimos  un mapa dibujado en medio de la nada.
De todos los puntos de la tierra llegarán embarcaciones
a una Atlantis renovada  que los fenicios añoraron
la tierra de armonía y danza donde las ninfas nacieron
así este puerto sin nombre, punto de encuentro imaginario
bañado por las aguas de un océano de letras  líquidas,
metáforas, misterios, intentos del poema, hemos zarpado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU COMENTARIO