Los
pelícanos descansan después de un festín histórico,
hoy
los hombres del mar dejaron tras sus redes
a
un montón de peces en la playa.
El
sentimiento de abundancia es grato
por
que son un grupo más de otra especie
que
puede ser barrida por el hombre
al
dejar sus toneladas de inmundicias
en
un lugar que es de otros vecinos.
Yo
espero en la esperanza, otra salida
para
esta especie que se va desmoronando
y
al paso de su muerte siembra muerte
a casi todo inquilino que habita este planeta.
Los
mismos peces lentamente pierden su destino
que
en alguna laguna, mar o río les fue arrebatado
de
igual forma por desperdicios generados del progreso.
El
cosmos,
la
poesía,
una
flor depositada en el alba
por
unas manos amorosas,
un
atardecer de ensueño,
las
vista de un grupo de alces por el bosque,
un
amanecer de un sol diáfano atravesando entre las hojas,
niños
hermosos jugando en un parque recreativo,
oseznos
al cuidado de la madre
los
mismos cocodrilos en algún lugar del Nilo.
Postales
que otros mundos retrataron
y
en esta parte del tiempo
son
postales, recuerdos de otros tiempos
al
principio de lo que fue el carbón transformado,
o
el panteón de hace un millón de años
de
los seres vivos ahora muertos,
transformados
en petróleo
alimento
necesario para que el mundo acabe
y
el hombre acabe con el hombre
y
de paso con todo ser viviente.
Ahora
las postales son de niños
arrasados
por la guerra,
un
buitre a la espera de su muerte,
brazos
y piernas mutiladas
rostros
de odio atrás de ellos,
aves
que se ahogan con polietileno,
tortugas
y otras especies marinas
que
ingieren aluminio,
seres
humanos perseguidos
arrebatados
despojados
descarnados.
En
las ultimas décadas del siglo que pasó,
recuerdo
que Alemania fue el primer país
que
rescató el color verde
(antes
mis ancestros, mis abuelos del teocalli
y
todos los ancestros de los hombres)
y
lo condujo hasta el salón de las grandes decisiones
para
un futuro ya pasado en un presente incierto.
Ahora
es un color inevitable cuando se habla de violencia.
Se
está extinguiendo la sustancia del alma,
el
magma de este tiempo,
la
clorofila como parte esencial de lo que es
vida
la
fabrica natura, la que es imprescindible
y
sin embargo solo hay un paso muerto sobre el otro
y
después las guerras podrán ser por otras causas.
En
este octavo año del presente siglo,
hay
un alerta por la ausencia de alimentos
cuando
en parte son transformados en ausencia del petróleo
para
no detener la maquinaria de la guerra.
De
nada sirve que haya espacios acotados,
pastos
verdes, lagunas
y
valles ausentes de la muerte
llamados
parques nacionales,
de
nada sirven, Yosemite, Nairobi,
los
Apalaches, la selva del Congo,
San
Andrés, El Sumidero,
cuando
algunas partes,
por todo el amazonas por ejemplo,
el
progreso está secando las especies
y
los cuidadores ancestrales de esas tierras
son
ahogados lentamente en un río de desperdicios;
antaño
el surtidor mas importante de agua dulce
necesaria
para colmar de mariposas a este planeta
y
de pájaros viajando por sus cauces
y
animales marinos,
acuáticos,
selváticos,
cantando
en armonía con el hombre.
Ya
fue ayer,
y
pasó rápido el asfalto
la
urbe
las
maquinas que rompen el sonido
las
otras maquinas de fuego y de consenso
las
que producen plástico,
sustancias
de muerte,
los
satélites,
la
radio y la tv
todo
ello, nos dicen que es necesario para el progreso
cuando
este arrasa con mas del ochenta por ciento del planeta y
solo
una parte de los miles de millones, goza el beneficio.
La
oscuridad se apodera por la envidia
y
por el hambre,
transforma
antaño religiones del espíritu,
sagradas,
en
armonía misma del espíritu
de
todo lo viviente,
en
armas de guerra
por
el coraje de unos cuantos
que
arrasaron el planeta.
No
es Marx quien alguna vez lo dijo solamente,
fue
Jesús pero también fue Buda, Mahoma
y
otros grandes iniciados, líderes de antaño
que
por miedo transforman en guerreros
guerrilleros,
terroristas de la miseria y la ignorancia,
a
los millones de fanáticos descalzos,
desarraigados
de la vida y arraigados a la muerte.
Dios
mío que bueno que los pelícanos hoy también comieron
y
en mi casa también
sin
embargo,
solo
pienso en los que hoy murieron
por
el hambre
por
la guerra
por
el odio
por
la supuesta patria
por
Jesús
por
Mahoma
por
Jehová
o
Yahvé
o
Krishna
o
Bali
o
Isis
o
la nada.
En cada nueva lectura encuentro un significado más que la vez anterior. Cuántas más necesitaré para creer, saber, que le he encontrado TODO lo que tu sensibilidad ha percibido y plasmado? Me sacude cada vez. Un beso.
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