lunes, 11 de marzo de 2013

Despertar





Me levanto sin ánimo,
preparo un café fuerte,
pesado como mis sueños todavía adheridos
a otras dimensiones;
reviso la mañana mientras doy sorbos de día
viaja por mi sangre la cafeína conciliadora
me introduzco a unos pantalones cortos
despierto de amor y muerte
con otros deseos diferentes,
me dispongo a caminar para planear el día
para que el aire y las sales se introduzcan a mi cuerpo
y el mar de arena negra y piedras enroscadas
acaricien mi mirada mientras las olas inician su cortejo,
la seducción de sus voces para un nuevo intento
otro mundo de magia diferente al de los duendes,
criaturas voladoras que borran con su trazo mis caminos
y en pedazos de recuerdos y otros símbolos,
desmenuzo uno por uno mis sueños ya disueltos.      

El café tiene la droga suficiente
para romper la membrana de los signos
y transformar las imágenes en un esquema diferente
que se  acurruca en el sonido seductor de la marea,
cerca del mar,
de mi larga caminata de ida y vuelta
por una playa pequeña no exenta de encantos peculiares,
diferentes aventuras en el paso de los días;
espera por mi una jornada de letras y despensas,
viajes a la realidad ordinaria de la vida,
la que en sí nos presiona       
para buscar el sustento continuo
de alimento y amor
en medio de otros escenarios.

Es cierto, el sueño, el café, 
el rito de montarse en unos tenis,
un pantaloncilloy así caminar 
por la esquina de un infinito conocido,
desplazarse unos minutos al lado del misterio de la vida
para regresar nuevamente a otra vida igual de verdadera,
también es aventura,
escalar la cúspide de un mediodía de pájaros
y otras máquinas volantes, terrestres,
metáforas de alimentos enlatados,
microondas recordando el inicio del los tiempos,
calentando una porción de oxígeno por ratos;
los sueños me esperan al inicio del crepúsculo,
los deseos no satisfechos se perderán en ellos,
mientras tanto me dispongo a esperar al otro día
recordar una novia ausente,
a la mujer que nunca me hizo caso,
una historia de amor que no es la mía,
regresar con mi cuerpo a esta ciudad indiferente
y soñar despierto en los sueños cuando sueño.

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