viernes, 16 de septiembre de 2011

Vuelo hacia ti

 
El dolor es un pájaro que vuela ignorando el infinito.
 En el cielo, la flor es parida en el vacío.

Mis emociones son congeladas por los recuerdos de la música mientras escucho al  espíritu sagrado en esa combinación reflejante de la búsqueda de la identidad perdida, sacudiendo las capas de cultura desechable que a pesar de todo erosiona la piel de la tierra y endurece al silencio.

Ella espera el momento de estar nuevamente juntos fertilizando el continente donde habitan  nuestras necesidades para que pueda surgir el advenimiento de los coros de ángeles en el momento mismo de la muerte del planeta.

Las islas de todos los lugares y confines del mundo se integran como un rompecabezas terminado por el lamento del Nahual.

Vuelo hacia ti en las estelas que deja el águila y en el murmullo de la serpiente, en la trayectoria del búho blanco anunciando el encuentro de los amantes.

Entonces los vigilantes de los recintos sagrados se preparan para esperar el momento crucial de la ruptura, de la posible conquista del símbolo divino hecho piedra y polvo, arroyuelo seco en el surco del pasado que dibuja el camino de la historia

El sacerdote de la invención junto a su madre y el hijo bastardo en el tren que los conduce en el viaje barato por  el único intento después de dos mil años de apagar la llama del infortunio disfrazada de los derechos del hombre en otro continente que reinventó la historia en un mapa tautológico de silogismos muertos.

Pocos comprenden el mensaje oculto en el tráfico de las ideas que desgraciadamente se disiparon en el humo de la hierba sagrada extinguiendo la esperanza del reencuentro con la magia.


Tuvieron la oportunidad y no la aprovecharon cuando el arco iris emergió de su propio espíritu difractado en el acorde luminoso de las cuerdas tensas o el viento silbando en el caleidoscopio de metal; lograron la unión de todas las melodías desde el nacimiento del grito; desde la ventana irrepetible vieron pasar sus ilusiones en el tren de la esperanza dentro de un cuarto sin mácula.

Todos quedaron atrapados en la caja de las resonancias, algunos regresaron al polvo con una molestia de fracaso a pesar de haber sido gigantes y haber jugado con la magia del fuego, todos nos quemamos en algún momento y de cenizas remontamos el irremediable camino hacia el final.


Alguna vez nos reunimos alrededor del viejo chamán platicando historias de brujos que se perdieron en su propio canto, los ahogó su vomitada de silencios no digeridos y el pequeño  Juan no pudo encontrar la escalera para llegar a la planta de habichuelas.

El susurro de esa larga noche de lo que llamamos Rock y los duendes convertidos en fantasmas no alcanzaron a encender de nuevo el fuego.

De nada servía que todos viniéramos de "Lucy" en un cielo de diamantes, la vieja abuela que pudo reencontrase con el cielo a través de los que hacían hablar y sin embargo se perdieron en una taberna al lado del camino.


(de nada sirvieron los cantos de la mujer maíz, de la mujer agua, de la mujer poeta)

Para nacer hemos de morir antes y no lo comprendimos como los viejos artesanos del espejo tampoco lo hicieron cuando transformaron el humo en monolitos lunares al lado del templo del dador de vida.

Vuelo hacia ti para refugiarme en tus brazos y bailar en tus caderas  con los cantos de los sacerdotes de Ibis.

El amor es la sensación desnuda de la soledad para compartirla con la nada…..

Astarté, la reina de los dioses, espera en el gerundio de los hombres pájaros y los brujos que se esconden en el humo del copal, la solución en una ecuación de espejos quebrados por el fino lamento en una noche de Rock.

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