El advenimiento de las brujas

y mientras tanto aquí estoy solo y lo cangrejos duermen

la fruta es barrida y los pájaros muertos que son sacrificados

nunca han volado cuando estuvieron vivos.

En la cuenca de la mano de un ser etéreo, me proponen que viaje hacia esos mundos que no tienen materia. Como un río de pequeñas estrellas fluyendo en un líquido plateado, sus señales se disparan por cualquier punto de ese espacio imaginario donde el éter ni la luz que se desplaza en el vacío son los que fluyen.

Con pases mágicos emergidos de una historia fantástica, me platica sobre las enseñanzas de Don Juan, como si fuera un devenir normal entre dos personas que se han conocido con esas preferencias.

Los caminos de esa invitación desconocida para viajar por la cuenca de su mano hacia el lado oscuro de la nada no han sido trazados, salvo con las líneas de su vida, en un vestir de luces sin lunas que en algún momento fueron despojadas de su propio nombre.

La risa de ella me provoca aceptar la invitación, la mente en blanco, los dedos relajados, tejiendo letras y después palabras esperando las noticias de un más allá, mucho mas cercano que la muerte en esa eternidad de ocasos por estos días bendecidos por un ciclo que siempre repite.

II

En teoremas no resueltos me quedé dormido

una legión de acechadoras han estado susurrando:

el espíritu chamánico comprendió que ya era tiempo

que el Nahual fuera mujer.

Es en el sueño antes del tiempo vivo,

como escondite de las brujas

que sus voces me susurran al oído,

 y me encantan con palabras que solo son símbolos,

signos sin sonidos, fonemas del vacío,

tesituras de colores mudos elaboran el contorno del poema,

mensajes que tienen que ser descifrados

junto con las imágenes cuando en el día se congelan

y en la noche del quehacer involuntario con la nada,

van tejiendo su destino, el sueño mismo,
para  cubrir la vigilia y sus designios.

Una mujer es conducida al precipicio de la ausencia,

aprendiz de bruja, estudiante de la nada,

es preparada para el salto cuántico

y en sueños digitales,

la música surge de un canto repetido

como una letanía más para el conjuro

y un avance hacia el altar del sacrificio.

Otra chamana de las letras me repite en sus mandatos

que el final de un poema es solo el principio

de un viaje mental aún mas extenso

y que el verso de un pájaro sin alas es el comienzo

de por qué nunca volamos juntos.

En un poema de otra compañera amiga, 

haciendo un homenaje a la poesía,

explica el tiempo como un tejido simbólico,

la ecuación asimétrica que resuelven los insectos.

Rostro de luna escondida en el lamento 
de un saxofón en solitario,

rostros de mujer desvanecidos por su ausencia,

la fuerza de su espíritu.

Ninfas al final son transformadas en brisa

en una noche inesperada, el sueño es un papel

donde  los brujos han grabado su presencia.

Razón sin objetivos definidos es el secreto que  ellos poseen,

juegos de obsidiana y Onix, herramientas, bastones mágicos

sin un significado, solo producto de un poder que no es convocado

por el átomo o cualquier manuscrito elaborado por los sabios,

que en otros procesos de la mente elaboran lenguajes

y construyen templos, arquitecturas del saber

con una estructura diferente e igualmente necesaria para el alma.

Una mujer se inmola en el fuego puro del intento, y nos recuerda

las mujeres quemadas por el miedo y la ignorancia de los hombres.

Fue la respuesta terminal por desgracia para el martillo y la violencia

en contra de todas ellas; desde entonces fue desatada la fuerza.

No es  maya, tan solo una ilusión que nunca ha podido darse,

en el juego con las cuentas del poder y algunas danzas mágicas

ellas han podido abrir la compuerta con otros seres luminosos

no obstante la muerte, la vejación y la tortura no terminan.

Hay cosas cotidianas que al espíritu inquietan y reflexiona,

crímenes de miedo, violaciones por saña, son sombras sin luz

que tienen que ser pulverizadas y dispersar su polvo en el vacío.

Es la mujer mi karma, la causa misma de haber salido de la nada,

la que en su vientre, aparte de la vida, también genera el verbo,

la palabra y eso es el meollo de que el sexo, ciego y dividido

sin oraciones ni plegarias, no pueda encontrar su contraparte

y es con la muerte que se derrumba en un infierno por él mismo creado.

No hay edad que la historia no recuerde el sometimiento del alma

solo la magia nos regresa con sus múltiples formas a la memoria,

que es por ella, la mujer antes de que fuera nombrada Eva, María,

que se nos ha regalado en la infinita intuición del viaje 

hacia la nada, la que la misma nada le ofreció en su poder ilimitado:

el fruto que nos da la esencia y recupera el alma dividida

la carne que en el verbo es transformada en alimento y savia,

el placer profundo de lo que llamamos  conocimiento,

el tantra expresado en una mirada, la cuenca vacía de la palma

de sus manos, la fuente colorida que es su vientre, manantial cristalino

y a la vez caudal de aguas profundas que se desprende de nosotros

esta terrible soledad del alma.

Sin embargo el miedo, la envidia, la soberbia y el olvido

ha sido parte de ese no querer aceptar que por ella somos.

No hay pájaros sin alas, ni brujas del mal, ni profecías, ni maldad.

el miedo a la belleza,

al delicado susurro de la flor de loto,

al colibrí y su jardín de sueños,

al color femenino del silencio,

a ese conjunto de pájaros volando entre sus piernas,

es lo que nos tiene presos y casi siempre derrotados.

El Espíritu es como el papel de arroz, sagrado y por lo tanto delicado

una tela delgada, la membrana que rompemos para bautizarnos

el regalo de los frutos en los yos abandonados en la palma de sus manos.

Mientras tanto aquí estoy solo y lo cangrejos duermen

y la fruta es barrida y los pájaros muertos que son sacrificados

nunca han volado cuando estuvieron vivos.