viernes, 14 de junio de 2013

Ven


 


 Perdidos por momentos
en el tiempo del universo
nos sentimos desamparados
sabíamos que nos encontraríamos,
nos buscamos en cada cuerpo celeste,
en las palabras,
en nuestras profundas e íntimas preocupaciones
sin saber que estábamos juntos al lado del otro
sin percatarnos que el amor
es nuestra esencia misma,
la luz que siempre nos espera,
la energía que nos provoca
levantarnos del mutismo y la apatía,
los deseos inconcientes de vivir
más allá de lo que es la existencia,
porque tu y yo sabemos
que no somos de este mundo,
otros mundos (nos) devuelven nuestra permanencia.

Estamos atados al silencio del infinito
casados en el confín de los tiempos
cuando la oscuridad no existía
y el alba.

Errantes vagabundos de la palabra
buscando el verbo contenido
en el vientre de la nada.
fuimos capullo
y regresamos al útero
cuando nos reconocemos,
Tu, noche incandescente,
vestida de la magia y el intento,
Yo tu sacerdote, oficiante
del rito de nuestro propio misterio.

Sabemos que la soledad es una palabra
que inventaron nuestros cuerpos
cuando escondieron nuestras almas
trashumantes,
perdidas en el silencio profundo
de los verbos conjugados.

Somos el uno para el otro desde entonces.

Ven, fluye conmigo,
liberemos la soledad que los contiene
y viajemos en el espacio oculto
de nuestras diferentes realidades
abramos la puerta de un destino
que nos ha esperado desde entonces
amémonos sin las circunstancias
creadas por la historia,
destapemos los conductos
con otras realidades,
esos mundos nos esperan
otros mundos nos reclaman,
somos esferas luminosas
sin sombras proyectadas,
somos libres
lo sabes...

Ven amor sigamos juntos.




2 comentarios:

  1. Es muy hermoso, lo siento como bilocasión de una voz. Hermoso, si.

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    1. Que bien que lo sientas así querida Beatriz Graciela, que gusto que pases por estas páginas. Un abrazo grande y mi gratitud por tu lectura.

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