En esta
tarde de madrigal sin versos
me vuelvo extranjero de taciturnos cielos,
me vuelvo extranjero de taciturnos cielos,
un exiliado
de mi propio pensamiento
cuando recorro senderos bautizados
con silencios
de luna por tu boca
donde se pronuncia el verbo
en párrafos rimados por tu cuerpo.
Entreverada con la espuma
de la aurora
y otoños en el borde de una taza,
toda mi
evocación es transformada
por el café que se diluye entre mis labios,
en sublime sensación
cuando te pienso.
La nostalgia
en gotas de agua
barre
las ocres calzadas del lamento
con palabras emanadas del silencio
de una noche donde me hiciste prisionero.
Criaturas
invisibles de la tarde son testigos
de los
recuerdos que me salvan del exilio.
Soy extranjero en un país sin territorios
cuando la lluvia escampa,
lo recorro entre sorbos de poesía
cuando el café me atrapa
Soy extranjero en un país sin territorios
cuando la lluvia escampa,
lo recorro entre sorbos de poesía
cuando el café me atrapa
y a mi destierro lo trituro
en el imaginario de tus besos.
en el imaginario de tus besos.
Hermoso, sublime...y la música, un sueño de amor.
ResponderEliminarMe da gusto que te hayan gustado ambas... un abrazo Beatriz y gracias!
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