Que el mundo entero sepa que hay poetas que cantan
a
su tierra herida, a su casa desolada, a
sus amigos locos
pero locos de esperanza,de levantar el universo a fuerza de
llanto
y verso... Quiero la poesía de Carlos Roa
En
el repentino despertar,
en
la vigilia mejor dicho,
cuando
los sueños no daban cabida
y
el espectáculo del insomnio avanzaba
surgió
la idea de terminar un tema
con
la sensación de que había partido
es
decir, que no era de ti, ni de los otros
Luego
quedé dormido como fardo
mis
pesares se volvieron pájaros
como
siempre,
mis
reclamos por clases a distancia
en
ese mundo onírico, de ensueño,
que
fueron escuchados por el viejo
disfrazado
de una bella dama
En
esos galimatías que tiene la vida
entre
el despertar dormido, sin ganas
cuando
la mañana te reclama con sus trinos
con
los ruidos de una realidad ordinaria
y
los sonidos de una dimensión oculta
en
los tornasoles del cielo adormecido,
me
voy redescubriendo por momentos
Mi
lenguaje se va tejiendo como siempre
entre
recuerdos inmediatos del presente
y
esos piquetes de la nada como aviso;
amor
sin tiempo, inmaculado y asexuado
fuerza
motora de mis pensamientos.
Bulle
en mi mente la idea sutil de una novela
que
se escribe con el paso de los días,
los
acontecimientos del mundo
la
terrible angustia de la soledad humana
y
la falsa alegría de los que avisan las noticias.
Sin
embargo no es el tema principal
ni
por asomo la inquietud que arriba,
solo
es el preámbulo del cuento,
una
parte de la historia sin mayúscula
de
los que permanecen escondidos
en
las partes ocultas de las piedras,
en
los rincones de las cosas inservibles
en
las canciones viejas de Juanito Arbizu
o
en una camisa que espera ser depuesta.
La
sensación que es indescriptible,
por
el momento
se
cocinó entre lágrimas de amigas,
pláticas
lejanas con las hadas,
dos
poemas de Vallejo,
algunos
versos de Sabines,
otros
que leí de Piedra de sol,
los
comentarios que le escribí al pana,
el
dolor de estómago y de vísceras
por
la falta de liquidez para los pagos,
la
vejez anunciada de mi perro
y
un viento frío por la playa
así
como la sonrisa encantadora de Luciana.
La
idea de un poema diferente
el
constante llamado de los ángeles
cuando
se encuentran dormidos los demonios
me
han blanqueado el alma en estos días
y
de esta forma preparado estoy para escribirlo;
Hay
un ritmo intrínseco que tiene el verso
y
entre verso continuado a cada verso
el
ritmo surge de las penas, las ideas
de
la luz que se gesta en el poema
o
el mismo poema naciendo en el silencio.
Son
mis manos solamente el instrumento
como
un hueco donde escapa la metáfora
y
las imágenes sedientas van llenándose,
o
en un decir diferente,
dibujan
la hoja en blanco
la
llenan de ideas que no comprendo
y
tampoco acabo de entender porque me salen
y
fluyen de mi mente como si fuera el dueño,
cuando
al revés de lo que solemos crear,
soy
apenas herramienta necesaria de sus sueños.
Po
otro lado hay una necesidad inmediata
casi
apremiante del que escribe,
de
poder comunicarse con los dioses,
o
al menos con esa parte divina de uno mismo
y
exorcizar a sus demonios y sus muertes
perdonar
al enemigo y los errores,
dialogar
con el metro y con la rima
y
con una regla medir la distancia entre las sílabas;
pero
eso es forma, una parte necesaria
que
no sirve para demostrar al teorema por completo;
hay
una parte suficiente que me borra,
como
una criatura abandonada por su cuerp,o
deja
que entren otras almas por sus venas
y
ellas susurran lo que me están dictando
Es
cierto que no siempre es así,
pero
ya basta,
por
hoy la poesía me abandona
y
tengo que seguir levantando las piedras
y
las ramas
desposeer
al árbol de su parte mágica
y
entender que los pájaros no son aves
sino
emisarios de otros mundos que me sueñan
o
mensajeros de fantasmas y de duendes.
El
oficio de arreglar a las palabras
para
que indiquen otros cometidos
es
interpretado como un objeto abstracto
que
tiene mil aristas y muchos universos
vasijas
de cocción que no tienen contornos
recetas
de cocina que no existen
y
sin embargo son encontradas en el libro
entre
varias madrugadas de lectura.
Intercambiar
frases que no dicen nada
y
en esa parte del tiempo diferente
encontrar
su validez agazapada
como
si fuera un brujo que acecha
y
trata de espantar de otra manera
en el asombro de un personaje diferente
soñado
en un cuento y aparecido en otro;
una
imagen, una nota, la lista del mandado
el
número telefónico aprendido
para
marcar la plenitud
la
nostalgia por una copa de vino
la
forma de preparar el exprés cortado
pelear
los centavos en un toma y daca en el mercado
y
mucho etcéteras sin significado.
La
palabra es el pecado en la poesía
cuando
no encuentra su acomodo
con
una intención diferente a lo que dice.
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