En el tibio silencio,
donde tu y yo nos perdemos
cuando viajan los sueños,
como humeantes espejos
las palabras nos buscan
nos despojan de muerte
de rencor, de tristezas
nos regalan la noche
nos abrazan, nos besan
nos protegen del mundo
nos rescatan, nos aman
e iluminan el cielo
para darnos un nombre.
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