sábado, 27 de abril de 2013

Me alejo con el viento,


 

 

 
Que sean las gaviotas

las que agoten nuestros sueños

y los frescos cipreses de la tarde

que del  sol se esconden,

los que cuiden un día las cenizas

de los cuerpos, cuando aún enamorados

sean vencidos por la noche en sus misterios.

 

Beso tus labios que en otros labios

se perdieron, los beso en el recuerdo

de las veces que religiosamente nos amamos,

en esas catedrales del silencio en que los otros

expiaban sus pecados, espejos de  nosotros

ante la imagen que  nosotros  adorábamos.

 

Largo vía crucis del amor sublime

y en ese momento derrotado,

largo camino para un final  nunca soñado,

al sucumbir en las señales que algunos

amantes igualmente enamorados nos dejaron.

 

Ancho transcurrir el de la ausencia,

largo porvenir el de la nada,

triste ilusión que por momentos

fue ensoñada y en otros momentos,

solo en el vacío se quedó reflejada

como en un verso sin palabras, tu mirada.

 

1 comentario:

  1. Hermoso, simplemente hermoso. Cuánta añoranza en esos besos perdidos y recordados. Me gustó, Moyeto. B.

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