martes, 6 de septiembre de 2016

Recuerdos dodecafónicos



 Me despierta el olor a lluvia el ruido de los gatos
el aroma de café y el silencio de los pájaros
en tiempo de escampado que filtra los recuerdos.

En días como hoy
cuando el sol se desvela me cansan los años
como si me abandonara de ánimo y espíritu,
como si el tic tac del reloj dibujara con arrugas
un calendario de instantes:

Un sextante que mide distancias estelares
cuando tu cuerpo y el mío, ahora en años luz,
eran separados por una frontera diminuta,
 
un marcapasos de infinitos incrustado en las paredes
dentro de un cuarto en naufragio por los sueños robados
a tus años de otoño en tiempo de cosecha,

como en esa ocasión que construí catedrales
y me obsequiaste los oficios paganos de tu cuerpo,
para que pudiera mezclarlos con palabras de amante,
el sudor de nuestros cuerpos y   así fijar tu mirada
en un cuaderno pautado para escribir tus silencios.

Entre sorbos a un café recién tostado
con olor colombiano y sabor veracruzano
el cuadro en mi memoria pierde la perspectiva
de un instante en Yosemite entre mis brazos
y fui aprendiz de monje en el ritual de tus senos
y el amor nos salvó de quedar en el olvido
y escribió en nuestra biblia el origen de las cosas,
mientras afuera poco a poco se aclaraba la vida
y el sonido del trueno presagiaba tormenta
y es que fue en el final,
una tarde lluvia con tu pelo cortado,
que dijiste, “estoy triste, ¿sabes?”
y la lluvia me lloraba
y yo le lloraba a la lluvia
a tu espalda
a tus manos
a tu boca de huelga
y tu cuerpo robado
a tus ojos
tu piel
tu mirada, …

El café se ha esfumado
 entre tragos de olvido con sabor a recuerdos
y la lluvia, el aroma, la ausencia del trino
el sol derrumbado
y este silencio encerrado
con tu cuerpo y el mío
también se me han ido
y con estos instantes lo clavo
lo fijo en mi muro
y cuento los días y los años
y la vida y las muertes
que estaremos de nuevo amarrados
a un noray invisible
como un barco en espera
y volver a encontrarnos de nuevo
cuando abra el cajón de silencios
entre aroma a café bien tostado
y la ausencia del sol y los pájaros
y el olor a escampado

2 comentarios:

  1. Escribes cada día mejor Modesto. Siempre soy un paseo silencioso por tus letras. Abrazo amigo.

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