jueves, 22 de agosto de 2013

II





Como me abraza el frío y la nostalgia
en caricias de cielo sin estrellas,
noche sin lunas y lejanas geografías,  
 como un cuarto  sin ventanas
en una  oscuridad cuadrada,
solo el conjuro temeroso de la llama
de una vela amorosa me acompaña
en una cama solitaria arrugada de silencios.

Es una tarde  con  vértices de lluvia que  se cuela
por los bordes de la puerta entre abierta del balcón
donde pienso en geometrías de tu cuerpo  
entre teoremas que resuelven soledades y misterios
con sus besos de mar en escollera.

Y es que todas estas tardes solitarias
me hacen temblar cuando te pienso,
tan ausente,  tan lejana, tan sin mí.

Afuera el tronido mojado de los cohetes se resbala,  
naufragados por la lluvia en una calle que llora tus ausencias,
que recuerda  tus ayeres,
besos que llovieron  sueños locos
ahora ventanas melancólicas sin tiempo.

Como me aprisiona la nostalgia Cuando llueve.

1 comentario:

  1. La melancolía y la nostalgia nos abrazan, nos aprisionan dulcemente y son el alimentos a estas hermosas letras que he leído.

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