domingo, 29 de marzo de 2015

Tristeza Soledad





Puedo llenar las hojas en blanco de tristeza,

hablar de las canciones de Silvio describiendo

los tiempos escampados de esperanza.

Puedo escuchar en esto días
de días por venir ahora lejanos
las canciones de dolor y rabia y
escribir por ejemplo que estoy triste
y no sé, si por no encontrar la rima
que empañe de alegría mi nostalgia,
o moje mis recuerdos de esperanza.

O escribir por ellos aún dormidos:
es hora  que despierten y que luchen
por los pedazos de tiempo arrebatados
que les fueron robados hace mil años

que no se dieron cuenta de la trampa
del famoso engaño de la ciencia
de un merolico y un payaso,
y de una caja de pandora idiota
que al abrirla como espejo
nos vuelve mas idiotas


Quiero pensar que otras canciones
que los años vuelven viejas
y de tanto cantarse siguen frescas
me regresen a esos tiempos de cedros
y cipreses y laureles en la frente y
caballos en el viento persiguiendo
heliotropos, azucenas y mujeres.

Que no sean nunca más los pájaros
ni los peces silenciosos y pudientes
lo necesario para describir con ellos
el amor entre las sábanas y el campo
de aquellos girasoles en la tarde
de sol dorada y bella, como una
mirada de mujer cuando se entrega.

Que sean las palabras no rimadas,
aquellas que le dijeron piernas
boca, senos, pezones, caderas
y cuello, labios y manos seductores
o  cobíjate en mis brazos amor mío;
sin las mariposas del tiempo; ni
decir que me despierto con el alba
de tu sonrisa de niña enamorada.

Es preferible hablar de sentimientos que
al perderse en la esquina  de la almohada
mojada se abandone  al beso  despechada
en vez de disfrazar con las palabras
los estados que difractan a la nada
y se transforman en una larga melodía
de silenciosas imágenes dobladas en
el pliegue final de la puta y bendita soledad
mil veces insistente y fielmente enamorada.




2 comentarios:

  1. Hermosos versos Modesto, a los pueblos originarios, en mi tierra está instalado el mismo penar, sumado a eso nuestras pobres y mínimas nostalgias por las pérdidas personales, de esos seres que ni nos recuerdan, esas inútiles dolencias. Hermoso poema. Un abrazo amigo.

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    1. Saludos apreciada Beatriz, un abrazo y gracias por tu lectura y comentarios

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