Del Hombre martillo Andrei Tarkovsky
A la memoria de mis hermanos Manuel, Joselito y Rocío
Quise escribir una lista de cosas
que necesitaba y de repente me acordé de que habías partido sin decir adiós,
casi sin ruido. Fue tan callada tu partida que nunca supe que te habías ido.
Me peleaba con una lista de cosas
por hacer por estos días, era quizás mi parapeto, una forma de no saberme entre
los vivos ni contarme entre los muertos. Una forma de olvidar y escapar de esas
dos caras que tiene la existencia.
De vez en cuando (casi a diario),
esa otra lista se fue acumulando, pases de lista por el mundo que sí tenían
nombres y una lista de cosas por no estar en el canto de esa moneda, al menos
no así, tan de repente, sin despedidas ni partidas, no así, entre silencios no
deseados o ruidos de la nada.
Te vi partir después de que ya te
habías marchado mientras escribía una lista de cosas por hacer y a veces tenías
rostro, en otras ocasiones un pasado que se había borrado entre mis noches.
No sé cuando me daré cuenta de
que ya no estás, que muchos y todos y nadie, que ya no están “nunca jamás”…
Comencé a escribir una lista para
no olvidarte y empecé a recordar tu nombre para no olvidarme y saber que algún
día habré partido sin ser uno con el silencio de esta niebla en la mañana, ni
una lista de cosas por hacer o por comprar, y no comenzaré a escribir tu nombre
para (poder) escapar de esta soledad sin soledades, sin ausencias.
Comienzo a escribir tu nombre
para recordarnos que el Tu y el Yo, el Nosotros, siempre fue el canto de una
moneda donde, en ambas caras estábamos a veces ausentes de todos los silencios,
pero siempre ahí en ese compartimento que nos hace diferentes, y así tendré que
comenzar pronunciando y recordando tus presencias y pronunciando tus silencios con
tu nombre; serás Manuel, Rocío, Joselito, José Adán, Francisco, Tabaré, Miguel Ángel, Maricarmen, Luis lobato y
millones de silencios que tienen un nombre y tuvieron una historia conmigo a
veces o en el otro lado del mundo, pasando la calle o en otro continente diferente,
pero en esta lista solo habrá nombres de personas y no cosas por hacer, solo nombres por vivir,
de ellos y los ellos de ellos y los ellos de ellos de los ellos que son de
ellos y otros ellos más hasta sentirnos muertos y sabernos vivos y morir con
ellos y vivir por ellos.