Lago de Texcoco de alianzatex.com
A la memoria de Yasert D'Lima
De un pincel brotan mariposas,
vuelan trémulas, eructando colores
en las ciénegas celestes.
Salen del sueño, traspasan tiempos y direcciones,
encuentros virtuales y ceremoniosas despedidas. (Quinto
Murmullo Waldo López)
Se quedó en un impasse el
poemario que construiríamos, de ti salió la idea para escribir entre los dos un
verso e ir tejiendo el tapiz con las figuras de pájaros y cerezos y en un
pedazo del telar la idea encapsulada de un bosque, en otra esquina del cuadro
se me ocurre colocar a tus maestros,a todos los que tomaban tu mano
para elaborar sonetos, aunque yo te comentaba que había mucha modestia de tu
parte, estabas convencida que era un don que te habían regalado.
Quizás ahora me ayudes a
construir el cuadro tu y yo lo sabemos, porque siempre creí en las
conversaciones que sostenían contigo, y me sentí muy contento que me lo
hubieras compartido
a lo mejor porque siempre he
sabido que la poesía es mágica y que el nahual Don Juan se lo decía a su pupilo
Carlos, que en ese universo había mucha brujería,
otro conocimiento y en el ensueño se iban creando con metáforas otros mundos.
Había un vínculo, decía el
nahual, entre esta realidad y el poema por donde el águila se alimentaba y su
energía emanaba. Es por ello que nació ese espacio donde coincidiríamos cuando Waldo
escribió el ritual del viaje en peña blanca, entre murmullos del viento y los
cantos del silencio.
En todos esos tiempos nos bautizó
la magia y el sacerdote principal se transformaba en verso para iniciar la
procesión, la cofradía de las ausencias y los dolores que se fueron mitigando
alrededor del canto, alrededor de todos los sueños que soñábamos, y era la
noche y las estrellas observaban y era la luna el manuscrito indescifrable que
se imponía como tarea obligatoria para poder abrir la puerta con la palabra, el
conjuro, el punto que generaba el rito.
No puedo decir que ya es tarde,
porque ahora te encuentras en el lago de los espejos donde la luna se
multiplica. Te devoró el águila, te devoró el verso cuando saltaste al infinito
y desde ahí observas.
Ya eres el águila, la luna, el espejo…
Ya eres el verso,
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