domingo, 9 de noviembre de 2014

Trozos sobre la Nada








Para ser
En el canto de lo insondable
un pedacito de nada,… (Waldo López, El canto del Jaguar)



I
 Quizá un recipiente para  guardar la medicina que permita aliviar el alma y olvidar lo que somos, antes de que este ciclo estalle en mil pedazos en su inicio, se expande, luego se enfría, después de calentarse y como si fueran paradojas, vuelve a convertirse en nada y en medio de ello, se encuentra el manuscrito que hay que descifrar.

II

 El amor que entre piernas, entre miradas, entrelazados los hombres con todas las mujeres… también es colapsado por el tiempo y nuevamente nos quedamos solos, nuevamente es un collar de verbos,  una palabra tras otra y así formando líneas y poemas, descifrando el lento proceso de la vida y su parte contraria que es la muerte

III

Es la reflexión  en esas puertas que detienen
a la señora ausente,
la que reclama en cada instante con mis  dudas,
es decir, la que nos llena constantemente de preguntas
y nos invita a la aventura del no ser  en este universo
donde muchas veces el vació se confunde
con esas preguntas que no tienen respuestas.


IV

Quiero pensar de igual forma qué en dos estaciones,
dos paradas antes de la muerte,
ese destino que irremediablemente
a todos nos alcanza,
no es un final rotundo,
si no una parte crucial de la existencia,
la introspección, el retroceso,
el punto en que el inicio se pierde
en la respuesta de la nada, 
esa metáfora que se esconde en el silencio.

V

Hoy me despierto con la vida
y en otras ocasiones la muerte
es la que acecha, entonces hoy
también sin estar desprevenido
me levanto con la muerte,
como la reina blanca y la reina negra
en un tablero de ajedrez jugando
una partida interminable.         

VI

Está bien, a veces lloro
y a veces
me confunde el egoísmo.
¿es por la ausencia de ellos o de mí?
O son lágrimas que deja en el camino
la parte en mí que busca su destino,
el camino del guerrero.

La ausencia, primero es un vacío
que se llena (¿de palabras?) en un
largo pasillo en que nos hablan
los espejos.

Vacío, ausencia de algo
Ausencia, lo contrario a permanencia;
luego es la parte paralela de la nada
la convergencia de la estática
el verbo congelado,
pero es contradicción
no hay ni frío ni calor,
no hay conciencia,
solamente no hay conciencia.

VII

En realidad no somos nada cuando se piensa
ni nadie cuando se sueña
ni nadie cuando se acusa
ni nadie cuando se vive
ni nadie cuando se muere;
                         
entonces ¿quienes somos los que somos
si no es lo que somos
que sin ser no somos nada?


VIII

Lo que entonces sucedió ya no es el tiempo,
lo que ahora sucede
entonces ya existió
y el futuro no es promesa eterna
sino el pasado de algo que en gerundio nos devora.
                                                                                
 

1 comentario:

  1. Como siempre muy bueno maestro. Tú sí enseñas a escribir y a sentir.
    Alfonso

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