Poema amarillo Leticia Herrera
Cae
un pedazo de cielo sobre la arena,
como
una gota de agua se diluye por su piel.
Descansan
los gatos bajo el caluroso tapete de la noche
Por
los caminos del vacío,
se
escucha el sonido de un rayo lunar
y la
incesante sonaja de la nada
que el
brujo agita sin parar.
Entre
las horas, infinitos relojes
que recurrentes
mojan el tiempo.
Se
respira el olor de un camposanto perdido
entre
los sueños de los pájaros.
Una insólita
petición del personaje de otra historia
me sorprende,
cuando contemplo la metáfora
en
su profundo silencio...
El
espejo gritó una vez más
Mientras
el universo se deslizó en su reflejo.
Modesto, como no ecopile estos lugares de amigos, donde a veces me meto y luego no sé si estoy o no, no aparezco... Y sin embargo aquí tienes personalizado un espacio de poesía, digno de venir, quedarse un poco y empaparse de buenos poemas como éste Incesante, tan tuyo, que acabo de leer.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo grande y hermano.
Teo Revilla Bravo.
Ya lo subiremos en Órbita querido amigo, un abrazo fraternal para ti y los tuyos
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