sábado, 13 de enero de 2018

Decir adiós









Decir adiós un día fue lo más difícil,
(sabíamos que no regresaríamos).
El tiempo no fue un punto
que se quedó suspendido en el vacío
mientras la vida pasaba
a través de la ventana,
como un soplo se incrustó en la partida
de un ave que algún día retornaría
para recordar que un adiós definitivo
no fue un recuerdo
de lo que siempre fuimos,
ni la fotografía descolorida
que nunca nos tomamos.

Ahora, en este cuarto a oscuras
los destellos de luz la fueron revelando
entre momentos que se tropiezan
con las palabras ahogadas
por una triste despedida.

¿Qué fue lo que pasó?
me preguntaste,
no quise decir que nuestro tiempo
se fue multiplicando,
 desdoblado en dos universos paralelos
que no fueron decretados
para que nuestros caminos se encontraran.

Y supimos que ese adiós definitivo
se fue desvaneciendo en un futuro
que se cambió en pasado,
y en un presente donde el otoño
no espera jamás la primavera,
pero tampoco aquellos días
grises y fríos del invierno.

Enero 2018
MHG




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