Porque ya no eres tú ni soy yo,, y,,
es verdad somos jirones del vértigo,, Waldo López
Me
preguntas si es cierto que te extraño…
el
clima en esta ciudad es caluroso
las
pisadas de mi cuarto al escritorio
son
un surco de silencios obligados,
el
domingo es el día de los suicidas
o
el baño de camposanto solitario;
me
envías fotografías para no olvidarte,
yo
te envío radiografías de mi cerebro
donde
los pixeles son cientos de letras
y
en cada cuadro dibujo una palabra,
ellas
delinean el contorno del deseo,
dan
cuerpo a la sensación de ausencia,
con
ellas se dibujan los días restantes,
los
estados de animo cambiantes
de
una alegría desbordante a veces,
a
un ostracismo casi perfecto
del
gozo de imaginarte con nosotros,
los
habitantes de mis pensamientos
al tiempo prolongado del encuentro.
No
sé a estos niveles del silencio roto
por
qué o cómo es que te extraño,
cuando
la espera no es solamente nuestra
si
no los días que lamentablemente ya pasaron
y
construyeron arrecifes con el tiempo
de
mi encierro obligatorio por tu ausencia.
He
dibujado un campo de añoranzas muertas,
un continente de corales impacientes,
varias
islas dentro de un mar sin viento
que de vez en cuando con una señal tuya,
tu
cuerpo cambiante se esculpe en mi memoria.
He
detenido el calendario de la espera
porque
la espera se confunde con tu ausencia,
he
trastocado la función de mis muebles y mi hambre,
el
comedor es ahora un lugar par el recuerdo,
el
espejo es también el diván del sicoanálisis
y
en varias ocasiones el doctor y su paciente;
mi
cama es el puerto donde siempre retorno
y
también la embarcación en la que viajo,
la
cocina un laboratorio de recetas y
farmacia,
el
hospital que me recuerda cada aniversario,
el
estudio, antes un cuarto repleto de historias,
es
un librero hueco que no acepta inquilinos,
lo
mejor de todo esto que ya no hay fantasmas
ni
preguntas que exijan mas de una respuesta.
Me
preguntas si es cierto que te extraño
o
si alguna vez en el futuro estaremos juntos
y
yo he intentado en vano de decirte
que
mi futuro es un laberinto de pasados,
verbos
sin conjugar reflejados en el baño
con
todos los inquilinos que lo habitan
en
este encierro obligatorio espera mágica
y
sí, en algunas ocasiones he extrañado
el
deleite de imaginarte en este espacio.