En estos días aciagos y sombríos
tu imagen perfil de un rostro
retrata tu sereno pensamiento.
De tus ojos una miríada
de incandescentes astros
ilumina el horizonte.
Sobre un puente te yergues
en un faro tu cuerpo me ilumina
retomo el camino y humedece mi destino
tu esencia de lluvia en un sol frío
como si fueras tu antes del sueño.
Muy lejos se encuentra el mar de la montaña
tú los acercas
eres la carne y yo los huesos
con un corazón imaginario.
Como la nieve la gaviota
y mar azul el ave de montaña
Sialia currocoides, el Azulejo.
En la contradicción de armónicos colores
se enlaza el mar y el bosque
tu sol frío ligera brizna
empoderada carne
catedral de soledades en otoño
y pájaros vigías en primavera.
En estos días aciagos y sombríos
solo tu imagen perfil de un rostro
vasos comunicantes como puente
de un corazón que te reclama
abajo el mar y a lo lejos la montaña
una gaviota te saluda mientras
el Escribano montesino espera.