Para ser
En el canto de lo insondable
un pedacito de nada,… (Waldo López, El
canto del Jaguar)
I
Quizá un recipiente para guardar la medicina que permita aliviar el
alma y olvidar lo que somos, antes de que este ciclo estalle en mil pedazos en
su inicio, se expande, luego se enfría, después de calentarse y como si fueran
paradojas, vuelve a convertirse en nada y en medio de ello, se encuentra el
manuscrito que hay que descifrar.
II
El amor que entre piernas, entre miradas, entrelazados
los hombres con todas las mujeres… también es colapsado por el tiempo y
nuevamente nos quedamos solos, nuevamente es un collar de verbos, una palabra tras otra y así formando líneas y
poemas, descifrando el lento proceso de la vida y su parte contraria que es la
muerte
III
Es la reflexión en esas puertas que detienen
a la señora ausente,
la que reclama en cada
instante con mis dudas,
es decir, la que nos
llena constantemente de preguntas
y nos invita a la
aventura del no ser en este universo
donde muchas veces el
vació se confunde
con esas preguntas que
no tienen respuestas.
IV
Quiero pensar de igual
forma qué en dos estaciones,
dos paradas antes de la
muerte,
ese destino que
irremediablemente
a todos nos alcanza,
no es un final rotundo,
si no una parte crucial
de la existencia,
la introspección, el
retroceso,
el punto en que el
inicio se pierde
en la respuesta de la
nada,
esa metáfora que se
esconde en el silencio.
V
Hoy
me despierto con la vida
y
en otras ocasiones la muerte
es
la que acecha, entonces hoy
también
sin estar desprevenido
me
levanto con la muerte,
como
la reina blanca y la reina negra
en
un tablero de ajedrez jugando
una partida
interminable.
VI
Está
bien, a veces lloro
y
a veces
me
confunde el egoísmo.
¿es
por la ausencia de ellos o de mí?
O
son lágrimas que deja en el camino
la
parte en mí que busca su destino,
el
camino del guerrero.
La
ausencia, primero es un vacío
que
se llena (¿de palabras?) en un
largo
pasillo en que nos hablan
los
espejos.
Vacío,
ausencia de algo
Ausencia,
lo contrario a permanencia;
luego
es la parte paralela de la nada
la
convergencia de la estática
el
verbo congelado,
pero
es contradicción
no
hay ni frío ni calor,
no
hay conciencia,
solamente
no hay conciencia.
VII
En realidad no somos
nada cuando se piensa
ni nadie cuando se sueña
ni nadie cuando se acusa
ni nadie cuando se vive
ni nadie cuando se
muere;
entonces ¿quienes somos
los que somos
si no es lo que somos
que sin ser no somos
nada?
VIII
Lo
que entonces sucedió ya no es el tiempo,
lo
que ahora sucede
entonces
ya existió
y
el futuro no es promesa eterna
sino
el pasado de algo que en gerundio nos devora.