Cárpatos blancos, Eslovaquia. Fotografía de Janek Sediart
En un camino de versos
como si fuera el portal
hacia ese universo que existes
tan ajeno a este universo
el otro lado del mundo
tan lejos de la montaña
como el otoño del invierno
y tú la primavera
mundos que no se tocan
como el infierno y el cielo
o puede ser la palabra
tan cierta como saber
que no puedes vivir
en este lado del mundo
como si fueras teorema
por siglos sin resolverse
ni la ciencia o las matemáticas
encierran la solución
sólo el verbo escondido
por la palabra y el verso
comprueban que no existes
en este lado del mundo
que no eres fotografía
o el sueño de algún pintor
ni fantasma o enredadera
ni bordadora de versos
que vas dejando caer
para encontrar mi destino,
En este universo no existes
desde años atrás
lo he sabido desde siempre
que eras idea lejana
o un cuento sin acabar
una narración inconclusa
de un escritor frustrado
por no alcanzar las estrellas
o perseguir infinitos.
En este otro lado del mundo
que solitario me encuentro
si no te siento destino
o muerto después de muerto
en esta tierra sin cielo
sin saber que me encontraste
cuando fuiste la palabra
sin que pudiera tocarte
en esta cárcel de espejos
y gramáticas de silencios
constelación escondida
de verbos comprometidos
porque me hieres el corazón
al saber que no existes
y solo vivo el momento
en que pudiera encontrarte
y así reconocerme
verso en sepulcro enterrado
hasta convertirme en fantasma
y soy el pájaro y el silencio
un bosque por la montaña
mientras entierro mis pasos
cada mañana en la playa
cuando camino sin rumbo
para poder encontrarte.
Soy escollera y arena
y me convierto en misterio
amanecer repetido a veces
en otras ventisca y lluvia
sol ardiente
mar de pájaros e invierno
por este camino de versos
que me dictas cuando te pienso
como si fuera una historia
que se desteje con el tiempo
cuando el verbo se petrifica
y ese verso es enterrado
en camposanto olvidado.
Soy esqueleto sin cuerpo
y metáfora sin verso
un inconcluso poema
perdido en el cementerio
el teorema sin respuestas
un corazón sin arterias
árbol sin avenidas
playa sin mar
y bosque sin cordillera
cuando sé que ya no existes
en este lado del mundo
tan cotidiano tan simple
tan vivir todos los días
como si fueran los mismos
porque solo así me muero
cuando te pienso distante
y te siento tan cercana
paradoja, crucigrama
encrucijada y gaviota
pero también la mañana
cuando se abra el portal
por un camino de versos
cuando al fin nos encontremos
yo inerte y tú presente
yo el tiempo doblado
tú el espacio sin tiempo
un ave migrante
y un camino de silencios.
Me gusta mucho tu decir en versos Modesto. Felicitaciones amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias Beatriz!, Un abrazo
EliminarQue bello, interesante, profundo, como tu,... quien pudiera escribir asi!!!
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