Con flores escribes, Dador de la Vida,
con cantos das color,
con cantos sombreas
a los que han de vivir en la tierra...
Nezahualcóyotl
con cantos das color,
con cantos sombreas
a los que han de vivir en la tierra...
Nezahualcóyotl
Hoy quiero regalarte una palabra
con forma de azucena
y relicario,
para que pueda rezar
cuando camines
y tu cuerpo se perfume.
Que sea tan ajena a lo mío…
por aquello de las soledades
o las tristezas encapsuladas
en pedazos de rutina.
Que muela el tiempo,
triture su esqueleto
que sea mitra y sepulcro
o sangre que no sea de sus venas.
En su vientre un verbo inseminado
donde florezcan mas palabras
y su territorio marque treguas.
y le crezcan flores,
que sea bosque,
arroyuelo que fluya
por tu cuerpo
y se ramifique
como un árbol..
Quiero que mi palabra llueva
donde tus soledades
puedan refrescarse
con una sensación de mariposas
y la tengas disponible
cuando tu jardín la necesite.
La quiero de colores como un beso,
que pueda morderse como la luna
cuando la tienes escondida,
la quiero con sabor de boca
cuando tus labios la pronuncien,
que te aprenda de memoria
y tenga nombre de paloma
de virgen,
de amazona,
que sea diosa
y sanadora,
devota tuya.
Que navegue por tus verbos
como yo por tus silencios.
Moyeto...te bastan dos lágrimas? Eso me provocó. Bello. B
ResponderEliminarGracias Lety!
EliminarReleo este texto y tu comentario, un abrazo querida Lety, gracias por estar
EliminarEncantada siempre de leerte, Modesto querido.Esa palabra tan tuya, tan alma, tan complice y tan arteria, que une, que acompana y que alimenta. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María por tu comentario, me da gusto que te haya gustado y sea precisamente eso: un vaso comunicante por donde fluye la palabra como parte vital y necesaria un abrazo
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